miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sofía y la revolución de las pequeñas cosas



Hace dos meses me enteré por medio de Facebook de la vida de Sofía, uno se encuentra a diario un montón de historias, videos y fotos de historias duras, conmovedoras y trágicas, pero esta particularmente me llamó mucho la atención por muchas razones, entre ellas porque soy mamá, porque no me imagino mi vida sin mi hija y porque sé que un hijo le cambia a uno la vida y le agranda el corazón.

Les resumo la historia contándoles que Sofía es una bebé de 2 añitos que desde los 6 meses fue diagnosticada con un tumor maligno en su estómago que le compromete varios órganos. Está en un grave estado de desnutrición debido a una diarrea crónica y necesita ayuda para salir adelante con su familia. Esta bebita ya ha pasado por quimioterapias y resulta ser toda una guerrera aferrándose duro a la vida y resistiendo con su pequeño cuerpesito todos los dolores, malestares y tratamientos que ha tenido que soportar. Sofía está en su casa en Belén Rincón, requiere cuidados especiales ya qe hace pocos meses fue diagnosticaba por los médicos como una paciente terminal.

¿Cómo puede ser que una pequeñita que apenas comienza a vivir ya está condenada a morir? Es muy duro, muy difícil aceptar que así es la vida: para unos es largo el camino, otros por el contrario vienen por un tiempo muy corto al parecer para mí con una misión especial.

En la primera visita que le hicimos a Sofía en octubre de este mes no puedo alcanzar a describir exactamente la tristeza que sentí. Cuando llegamos Sofía estaba dormidita y su mamá nos atendió. Mary (la mamá) no solo nos abrió las puertas de su casa sino también su corazón. Estar sentada a su lado escuchando cómo nos contaba entre lágrimas y con las voz entrecortada todo lo que le pasaba a su hijita fue durísimo, sentía unas ganas inmensas de llorar, de abrazarla, de decirle que lo sentía mucho.

Durante toda la visita me acompañó un nudo en la garganta, trataba de ponerme en sus zapatos y sentía un dolor inmenso por todo lo que estaban pasando. Pensaba en mi hija, en lo afortunados que éramos al tenerla sana, en lo desagradecidos que somos a veces con la vida y con todas las bendiciones que a diario recibíamos.

Esta mujer era una guerrera al igual que su hija, había soportado tanto, luchaba a diario por su hija, se mantenía en pie para ella. Habían tantos problemas, tantos dolores, tantas complicaciones y aún así Mary le agradecía a Dios por esa hija tan especial que le había enviado.

Cuando vi a Sofía personalmente fue muy duro, es una hermosa niña de cabello rubio y de ojos verdes, su mirada era esperanzadora, mostraba la fuerza que tenía dentro de ella para soportar y luchar. Su cuerpecito mostraba todos los estragos de sus enfermedades.

Me propuse ayudar a esta familia, difundir su historia de vida para que otras personas de buen corazón les tiendan una mano. Me valí de las redes sociales y de mis pocos conocimientos en diseño y comencé a contarle a las personas sobre Sofía, este hermoso ángel.

Muchas personas han llegado hasta mí motivados por la historia que de boca en boca se fue regando, a todos les doy las gracias y espero que lleguen a sus vidas muchas bendiciones. Yo resumo todo esto en una frase muy significativa: "Quien no vive para servir, no sirve para vivir".

Si quieres conocer un poco más de esta historia te invito a que veas este album: Link